La inesperada despedida de la Selección Argentina de Claudio Paul Caniggia, el mejor socio de Maradona
El 27 de marzo de 2002, sin saberlo, jugó su último partido con la Albiceleste el Pájaro, que tuvo una relación especial con Diego dentro y fuera de la cancha.
El 27 de marzo de 2002, la Selección Argentina de Marcelo Bielsa igualó en un amistoso ante Camerún 2-2 con goles de Juan Sebastián Verón y Pablo Aimar, que a posteriori terminó pasando a la historia ya que fue inesperadamente el último partido de Claudio Paul Caniggia de la Albiceleste. El Pájaro, que jugó el Mundial de Italia 1990 y Estados Unidos 1994 y fue citado a Corea-Japón 2002 aunque no vio minutos, fue el mejor socio de Diego Armando Maradona.
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Caniggia y Maradona: química a primera vista
Debutó en River y también jugó en Boca. Pasó por Hellas Verona, Atalanta y Roma de Italia, Benfica de Portugal, Dundee y Rangers de Escocia, Qatar SC y un breve paso a los 45 años por Wembley FC de la novena división de Inglaterra. Sin embargo, cuando uno nombra a Claudio Paul Caniggia, piensa en la Selección Argentina, y fundamentalmente en su relación con Maradona.
Carlos Bilardo convocó por primera vez al Pájaro para la Copa América de 1987 y lo recibió Diego, que venía de ser el mejor jugador del Mundial de México 1986. La Albicelester terminó en el cuarto puesto. Dos años más tarde, para la Copa América 1989 volvieron a verse las caras, con Cani ya en Hellas Verona y habiéndose enfrentado a Pelusa en Napoli. En aquella ocasión Argentina fue tercera y al año siguiente se preparaba para defender el título de la Copa del Mundo, pero Maradona amenazó con no viajar porque el Doctor no planeaba citar a Caniggia.
El día que Maradona le insistió a Bilardo la convocatoria de Caniggia al Mundial
Luego de participaciones en las dos últimas Copas América, Claudio Paul Caniggia se preparaba para jugar el Mundial de Italia 1990. Sin embargo, Carlos Bilardo no estaba convencido de su citación y se lo contó a Maradona, pero Diego, que tenía buena relación dentro y fuera del campo con Cani, amenazó con no jugar la Copa del Mundo si no lo convocaba.
"Bilardo me dijo ‘no lo llevo a Caniggia al Mundial’. Le dije ‘está bien. Somos dos’. Me dijo ‘no seas boludo’ y le respondí ‘Carlos, como le digo, somos dos. No tenemos un delantero en el mundo como Caniggia’. Y me decía ‘no se está cuidando, que esto, que lo otro’... le dije que se deje de hinchar los huevos”, expresó alguna vez el astro argentino.
Finalmente el Doctor citó a Caniggia pero no lo puso en el debut ante Camerún. El capitán amagó con no jugar, pero lo convencieron. Argentina perdió 1-0 y el Pájaro entró en el segundo tiempo e hizo expulsar a André Kana-Biyik y Benjamín Massing, por lo que se ganó un lugar como titular. El golazo a Brasil en octavos de final con la magnífica jugada de Diego y el gol en la semifnial ante el anfitrión fueron sus dos momentos más destacados, pero la final contra Alemania se la perdió por acumulación de amarillas.
Cuatro años más tarde, en Estados Unidos 1994, Argentina comenzó en un gran nivel con una goleada 4-0 a Grecia y para la segunda fecha se enfrentó a Nigeria: fue triunfo 2-1 con dos goles de Caniggia, el segundo más recordado por el pedido de Cani al grito de "¡Diego!" para que Maradona ejecute rápido un tiro libre. "“Lo amo. Dejame disfrutar a este monstruo que tengo al lado. Yo me siento diez veces más feliz de lo que te sentís vos por mí, que este señor, que yo tengo al lado, haya hecho dos goles y haya jugado de la manera que lo hizo. Hoy lo confirmó, hoy está vivo y es amigo mío", aseguró el Diez.
El beso de Maradona y Caniggia que pasó a la historia
En 1995, Diego Armando Maradona y Claudio Paul Caniggia compartieron plantel en Boca, primero bajo las órdenes de Silvio Marzolini y más tarde nuevamente dirigidos por Carlos Bilardo. En un Superclásico ante River, Cani se despachó con tres goles y quedó marcado por la celebración en la que el Diez lo agarró de la cara y le encajó un beso que quedó grabado en la memoria.
Tiempo después, Caniggia volvió a Europa, Maradona se retiró y se empezaron a ver cada vez menos, pero el amor seguía intacto. “Diego es un amigo. Por más que no lo viera por años había un respeto y una admiración mutua, y después adentro de la cancha salía todo natural. Había química. ¿Viste cuando tenés química? Simplemente la tenés”, aseguró Cani.
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