Echeverri tiene de hijo a Brasil: siete goles en cinco partidos y actuaciones descomunales
Al Diablito le sientan bien los partidos grandes, y más si tiene puesta la 10 de la Selección Argentina. La Verdeamarelha es su víctima preferida y lo demostró cada vez que la enfrentó.
Los momentos más destacados de la corta carrera de Claudio Echeverri se vieron con la camiseta de la Selección Argentina. No es que en River no haya demostrado su calidad, ni mucho menos, pero cuando se pone la 10 de la Albiceleste se transforma. Además es un jugador de partidos grandes, y lo demuestra cada vez que enfrenta a Brasil. Se cruzó en cinco ocasiones con la Canarinha, ganó tres y le anotó siete goles. Repasá la historia de una paternidad creciente.
El chaqueño enfrentó por primera vez a Brasil en el Sudamericano Sub-17 de Ecuador, llevado a cabo a inicios del 2023. En la última jornada del hexagonal final, Argentina llegaba sin chances y se enfrentaba a una Verdeamarelha que si ganaba se quedaba con el título. Anotó el 2 a 2 parcial, aprovechando un rebote del arquero Philipe Gabriel, luego de un remate de Ian Subiabre.
Meses más tarde, en noviembre de aquel año, ambas selecciones se volvieron a ver las caras en los cuartos de final del Mundial de Indonesia, y allí se vio una de las actuaciones individuales más destacadas de los últimos tiempos. Ese fue el partido que puso al Diablito en boca de todos e hizo que los grandes clubes del mundo posaran sus ojos en él -al año siguiente el Manchester City ofertó 25 millones de euros por él-.
Aquella noche maradoniana se abrió a los 28 minutos. Tomó la pelota atrás de mitad de cancha, encaró hacia adelante ante la pasividad de la defensa brasileña, y soltó un derechazo que se desvió en uno de los defensores y dejó sin chances al arquero rival. En la segunda etapa, más precisamente a los 57', estiró la ventaja con un verdadero golazo. Recibió un pase de Valentino Acuña y parecía que nunca la terminaba de dominar. Exigido, dejó en el camino a dos defensores rivales y definió con un potente remate cruzado.
El broche de oro lo puso a los 25 minutos del segundo tiempo. Su compañero en River, Agustín Ruberto, lo mandó a correr entre los centrales rivales con un exquisito pase entre líneas. Echeverri ganó en velocidad, eludió al arquero Phillipe Gabriel y definió con el arco a su merced. Por el esfuerzo se acalambró y debió ser reemplazado por Franco Mastantuono, otro con quien comparte plantel en el Millonario, ante la ovación de los presentes en el Estadio Internacional de Jakarta.
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Llegó el 2024 y con ello una nueva chance para el Diablito de ponerse la Albiceleste. En este caso el desafío era mayor, ya que fue citado al Preolímpico de Venezuela, donde era, por diferencia, el menor del plantel. Con apenas 18 años, compartió equipo con futbolistas hasta cuatro años mayores. La presencia de Thiago Almada como enganche y capitán lo relegó a un rol más secundario, aunque vio acción en aquel torneo disputado en Venezuela que ganó Paraguay.
El destino quiso que Argentina y Brasil se debatiesen el último boleto a París entre sí en la última jornada. La selección que saliera victoriosa de allí iba a disputar los Juegos Olímpicos en la capital francesa. Como todo clásico, el partido fue muy disputado y los dirigidos por Javier Mascherano se impusieron 1 a 0 con un tanto de cabeza de Luciano Gondou.
El Diablito ingresó faltando 15 minutos para sostener la ventaja. Pese a que su poco tiempo en cancha no le valió para tener una actuación destacada como las anteriores, sumó una victoria más ante la Verdeamarelha.
Llegamos al 2025. El Sudamericano Sub-20 de Venezuela fue prácticamente un déjà vu para Echeverri: volvió a portar la 10 y a capitanear a la buena generación de futbolistas que finalizó cuarta en el Mundial de Indonesia, y se reencontró con Diego Placente en el banco de suplentes, tras la incursión de Mascherano en clubes, más precisamente en Inter Miami.
El fixture dispuso que las dos selecciones más importantes de Sudamérica se crucen en la primera jornada del Grupo A. Argentina vapuleó 6 a 0 a Brasil, con otra actuación descollante del Diablito. El ahora hombre del Manchester City se despachó con dos goles y una asistencia para Agustín Ruberto.
Este jueves se volvieron a cruzar, ya por el hexagonal final, en un partido donde el ganador se quedaba con el trofeo. Finalmente igualaron 1 a 1 y la definición se postergará para el domingo, día en el que se jugará la última jornada. Para no perder la costumbre, abrió el marcador picando un penal.
El 2025 podría ser el año en el que Echeverri debute con la Mayor. Con las juveniles de la Albiceleste ya acumula 44 partidos y 20 goles, números exorbitantes para un mediapunta. Pero además, demostró que no le pesa esta camiseta y tuvo grandes performances en los partidos importantes. Para colmo, parece que le sienta bien enfrentar a Brasil, cuyos futbolistas ya no lo quieren ver ni en figuritas.
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