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Gallardo vuelve a La Bombonera: gol "inconsciente", arañazo y cuando lo buscó la Policía

Después de dos años, el Muñeco retorna como DT de River a la cancha de Boca para un nuevo Superclásico. En tres etapas distintas, con buenas y malas, sin dudas dejó su huella.

Gallardo
Tres historias de Gallardo en La Bombonera: el penal con 18 años, el arañazo y el partido más importante con él a distancia. (El Gráfico/Fotobaires)
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Por Juan Manuel Collazo

Marcelo Gallardo volverá este sábado primaveral a pisar la cancha de Boca con los colores de River después de 741 días, tras el año y medio en el que dejó el cargo de entrenador. No hace falta aclarar que será recibido con los honores del silbido por las más de 50 mil almas. Y siempre hay algún cotillón más que lo espera...

La Bombonera, especial para el mundo entero, todavía lo es más para el Muñeco por algunos hechos puntuales que tuvo puertas adentro del templo azul y oro, o incluso sin estarlo. Dos con final feliz y otro para nada, pero todos dejaron un mojón en la historia moderna del Superclásico.

El gol "inconsciente" de Gallardo a Boca

11 de diciembre de 1994. Fecha 18 del Torneo Apertura. Alejandro Mancuso bajó a Hernán Díaz en el área del arco que da espaldas al Riachuelo y Javier Castrilli cobró el segundo penal de la tarde para River, que ya ganaba 2-0, con goles de Enzo Francescoli y Ariel Ortega.

La pelota la agarró el más pibe de los de la banda roja, en su primera vez en Brandsen 805, y la clavó arriba contra el palo izquierdo del Mono Navarro Montoya, que fue hacia su derecha. "No era consciente, tenía 18 años y era todo natural para mí", recordó en TyC Sports a fines de 2022.

La primera vez en La Bombonera de Gallardo y el gol de penal

La primera vez en La Bombonera de Gallardo y el gol de penal

Ese gol dejó a River a un paso de ganar invicto el último título del '94 (lo haría pocas horas más tarde, sin jugar) y marcó el fin del ciclo de César Luis Menotti como técnico de Boca. Tardó 15 años en volver a gritar ahí, cuando la clavó de tiro libre en el 1-1 del Clausura 2009.

El arañazo dejó una marca, en el Pato y en su historia

10 de junio de 2004. Semifinal de ida de la Copa Libertadores. Una patada de atrás de Gallardo a Raúl Cascini, que le había quitado la pelota, desató el escándalo. El asperísimo volante de Boca lo fue a buscar, el Muñe metió un cabezazo y Claudio Martín los echó. Lejos de terminar ahí, la roja fue la chispa que encendió el escándalo.

En el tumulto, volaban manotazos y Gallardo se la agarró con un Roberto Abbondanzieri que había llegado corriendo desde el arco a separar. Él ligó el arañazo que fue viral cuando todavía no existían las redes sociales y quedó ensangrentado.

El arañazo de Gallardo al Pato y el escándalo del 2004

El arañazo de Gallardo al Pato y el escándalo del 2004

Las fotos y las imágenes del momento hablaron por si solas. En el medio de ese escándalo estaba Javier Sodero, hoy parte del CT (por entonces, con Leo Astrada), pero nadie podía calmar a un Muñeco enardecido, que se perdió la dramática revancha en la que Boca se impuso por penales en el Monumental.

Abbondanzieri y Gallardo no volvieron a hablarse. "Fue un recuerdo que quedó y quedó la marca. En mi cara y en el fútbol, ja. No le tengo rencor", dijo el Pato. Y Gallardo, que le convirtió dos goles de tiro libre en ambos 1-1 del 2009, reconoció que se le salió la cadena como nunca. "Siempre lo tomé como algo fuera de mi foco de ser", explicó.

El más importante en La Boca, a control remoto y con los perros

10 de noviembre de 2018. Final de ida de la Copa Libertadores. Al Superclásico más importante de todos los tiempos jugado en La Bombonera -postergado un día por el diluvio-, Gallardo lo tuvo que ver por TV desde el Monumental, por la suspensión que le había impuesto la Conmebol para toda la serie después de romper una sanción en la semi vs. Gremio.

Uno de los hechos más insólitos de una definición que tuvo miles fue cuando la Policía de la Ciudad irrumpió en el vestuario visitante para revisar exhaustivamente los bolsos y baúles de la utilería de River, hasta con perros. No fuera a ser que el DT tuviese algún sistema oculto de comunicación o hasta se fuese a meter escondido...

Con perros, la Policía revisó la utilería de River

Con perros, la Policía revisó la utilería de River

El resto es historia conocida. Pasó el 2-2 y salió a saludar a los balcones del Monumental, donde dos semanas más tarde se daría el ataque al micro de Boca y la suspensión. Todo terminó con la mudanza a Madrid, el 3-1 para conquistar América por segunda vez y la gesta que lo hizo ser estatua.

Cómo le fue a Gallardo en La Bombonera

La mordida de Gallardo a Medel en su último Superclásico

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