Tras dos años de prisión, Ángel Cabrera vuelve al Masters de Augusta: “Me lo merezco"
El golfista cordobés, ganador de la edición 2009 del torneo, fue invitado a la Cena de Campeones y mañana iniciará su aventura en el primer Major de la temporada.
Tras cumplir dos años de prisión efectiva por violencia de género, el golfista cordobés Ángel Cabrera fue invitado a la Cena de Campeones del Masters de Augusta, torneo que ganó en 2009 y en el cual comenzará su participación mañana, en la apertura de la primera ronda.
El Pato arribó al recinto privado del Club House el lunes, luego de ganar James Hardie Pro Football Hall of Fame Invitational de veteranos de Boca Ratón, Florida. Anoche, se integró a la comida servida en honor al último campeón Scottie Scheffler y explicó: “Estoy muy agradecido por el recibimiento, la gente me ha tratado muy bien; el mundo del golf es gentil. Obviamente, me arrepiento de haber hecho las cosas mal. Pero eso para mí ya es pasado y sólo pienso para adelante”.
Cabrera, quien en 2021 fue castigado a 24 meses de cárcel por violencia contra su expareja, Cecilia Torres Mana, defendió su convocatoria al evento norteamericano: “La vida me ha dado otra oportunidad, quiero disfrutarla y hacer todo en orden. Merezco estar acá porque triunfé en el Masters”. En sintonía, Fred Ridley, presidente del certamen, aportó: “Aborrecemos la violencia de cualquier tipo. Ángel ha cumplido con la condena que le impusieron los tribunales y es un antiguo campeón, por lo que fue invitado”.
Por otro lado, Jamie Klinger, cofundadora del grupo británico de defensa de los derechos femeninos Reclaim These Streets, había criticado: “Parece que mientras los deportistas masculinos puedan sobresalir golpeando una pelota, excusamos que golpeen a las mujeres”.
Primeras sensaciones de Cabrera en su regreso a Augusta
El deportista argentino venció a los estadounidenses Chad Campbell y Kenny Perry en el desempate de la edición 2009 y se adueñó del saco verde. Tras seis años de ausencia en el Masters, reconoció que “no me mato trabajando, pero práctico cuatro o cinco horas cada día” y narró sus primeras vibraciones: “Cuando llegue al tee del hoyo uno estaba tensionado y nervioso. Disfruté muchísimo por el campo con mi hijo”.
Por otro lado, marcó: “Noté cambios en el hoyo 11, que tiene menos árboles a la derecha y donde levantaron el frente del green; también se modificó el par 5 del 13. Estaba acostumbrado a ver una cancha y después, de repente, faltan cosas. Es raro, pero está bien, sigue siendo Augusta”. Finalmente, reconoció que el tiempo menoscabó su rendimiento: “La verdad es que no tengo la la distancia que tenía antes y eso se nota. Estoy 30, 40 yardas atrás y mis compañeros están más lejos”.
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