Independiente terminó con un jugador más que el rival durante ocho partidos en este año. Solamente ganó uno de esos partidos. Este domingo, en Mendoza, jugó casi todo un tiempo con esa ventaja y, no sólo que no se impuso a Godoy Cruz, sino que se lo empataron después de la expulsión. Eso habla, ante la repetición, de una falencia en la mentalidad del plantel.
Éste es un grupo que viene diezmado anímicamente. Lo declaró el ex entrenador, Eduardo Domínguez, y ahora lo sostiene, entrelíneas, Falcioni. Las estadísticas los ratifican: cuando el Rojo jugó contra Vélez, Boca, Aldosivi, San Lorenzo, Atlético Tucumán, Patronato, Defensa y Justicia y Godoy Cruz quedó con un jugador de más. Apenas le ganó al Decano en el torneo pasado. La falta de temperamento, entonces, hace que no signifique demasiado deportivamente que al rival de turno le echen un jugador. No hay garantías de nada.
Independiente no ganó desde que llegó Julio Falcioni y eso es foco de críticas. Sacó apenas puntos sobre 12. Antes pasaron Domínguez, Graf y Serrizuela y tampoco se le apreció buen nivel.
Y hay un hecho que no se puede dejar de mencionar: este plantel fue armado por una Comisión Directiva y un manager. Héctor Maldonado y Rolfi Montenegro eligieron a varios integrantes de este grupo y dejaron ir a otros. Es cierto que Montenegro quiso contratar jugadores que no llegaron por inoperancia de los dirigentes pero también es real que eligió a muchos que hoy no rinden ni muestran personalidad.
Evidentemente, hay gran responsabilidad en los entrenadores pero el plantel carece de carácter para sobreponerse en momentos adversos.
Foto: @Independiente
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