Creer que la calentura de los hinchas de Independiente, que esos silbidos de despedida son una cuestión aislada, es desconocer el contexto. No, el hincha del Rojo tiene una bronca acumulada de años y, suele pasar, a veces terminan pagando los responsables y otras no. Desde que se puso fecha a las elecciones, la mirada se centró pura y exclusivamente en lo que pasa en el campo, y las imágenes que devuelve el equipo no son buenas.
Yendo puntualmente a lo que viene pasando de forma repetida, Independiente suele ponerse arriba en el resultado -lo más difícil tal vez- y durante los segundos tiempos se defiende en campo propio. El problema es que en general le empatan cuando se está defendiendo. Y eso es mala palabra para la gente del Rojo que mantiene, pese a los muchos traspiés, ese mandato del paladar.
Ahora bien, hay varias razones por las que se tira atrás. La principal es la falta de funcionamiento para adelantarse con pelota. Y en eso el responsable es Falcioni, uno de los principales apuntados. La segunda es la desconfianza propia que se tiene el plantel, y eso los retrasa, los lleva a una actitud expectante y conservadora. La tercera, a veces, son los cambios del DT. No fue así esta vez. Cambió delanteros por delanteros y se lo empataron igual.
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Hay una confusión grande en Independiente. Se cree que hay una orden explícita del entrenador de turno de tirar el equipo atrás en el entretiempo. Eso no existe en el fútbol. Nadie da la orden de dejar de atacar. El problema es que como no tiene funcionamiento no sabe salir del fondo. Y se están confundiendo dos cosas: el rechazo de la gente hacia Falcioni por no coincidir con el gusto histórico del CAI con creer que los partidos que terminan así son su responsabilidad, se dan porque él -y no otro- está en el banco.
La realidad es que esto es un cúmulo de cosas. En Independiente no funcionó ningún técnico de los últimos tiempos porque las cosas se hicieron mal. Y se hicieron mal durante tanto tiempo que el plantel que tiene es cada vez peor. Los entrenadores no pueden revertirlo, la gente se acostumbró a perder y los jugadores empezaron a conformarse con menos. Y con todo esto me refiero a la energía general. Independiente tiene, ahora, un problema de mentalidad.
Es muy probable que Falcioni se vaya de Independiente a fin de año. La cuestión no pasa por ahí. Lo mismo dije antes de que se fuera Domínguez. No hay chance de que los técnicos funcionen en este contexto. Si Independiente no cambia de pies a cabeza, en general va a perder más de lo que va a ganar. Así tenga un DT ofensivo, otro defensivo y un tercero equilibrado. intermedio. La única solución es que cambiar de verdad.
Foto: @fotobairesarg
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