Yllana apostó fuerte y Aldosivi respira pensando en Boca
El equipo empató luego de cinco derrotas consecutivas y hasta le jugó de igual a igual a Estudiantes. Cuánto influyó la salida de Carranza del arco.
Aldosivi empató 2 a 2 ante Estudiantes en Mar del Plata y pudo respirar. El mejoramiento colectivo y una semana entera de entrenamiento entusiasman de cara al duelo con Boca el sábado.
De hecho, de no ser por el exquisito tiro libre del Príncipe José Sosa, que le dio al Pincha la igualdad definitiva en el Minella, el Tiburón habría podido ganar ante un rival de fuste como el Estudiantes campeón de Eduardo Domínguez. Los fríos números siguen diciendo que aún no obtuvo un solo triunfo en su vuelta a Primera y que perdió cinco partidos consecutivos. Pero en un panorama de vacas flacas, una brisa fresca pasó por el estadio marplatense y brinda oxigeno remanente para encarar un partido coyuntural en La Bombonera.
La aparición de Williams Barlasina en el arco, en reemplazo del símbolo y capitán Jorge Carranza, ya marcó un antes y un después en la gestión Yllana. Lo aguantó hasta donde pudo. Ameritaba el cambio, más aún cuando el DT estaba en la cuerda floja. Sin ser figura, el arquero no desentonó y estuvo a la altura. La vuelta de Mottes vino acompañada por su gol de cabeza y una actuación seria, como la de toda la defensa.
En el medio, el DT sabe que ante Boca no podrá contar con el volante Tobías Leiva, que se retiró lesionado y allí Roberto Bochi tiene chances de meterse entre los 11 junto a Cerato y Esponda. Del medio para arriba, el ecuatoriano Preciado y Elías Torres seguramente serán acompañados por Franco Rami o Lautaro Chávez en reemplazo del inexpresivo Alexis Domínguez.
Gonzalo Mottes lo empató para Aldosivi ante Estudiantes
Aldosivi, con el tiempo deseado por Yllana, trabaja este lunes en su predio, martes y miércoles doble turno, jueves de fútbol, y viernes de práctica matinal, almuerzo y viaje a Buenos Aires.
No se ganó nada, pero el partido parejo que jugó ante el encumbrado Estudiantes cambió el ánimo de cara a una visita a La Bombonera, siempre riesgosa y especial más allá de que el dueño de casa esté en medio de una serie de Libertadores.
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