"Esperamos que siga así con nosotros y que juegue en su club". La frase del técnico Lionel Scaloni sonó a felicitación pero también a pedido para un colega, el neerlandés Peter Bosz. El tema en cuestión es Exequiel Palacios, figura de la Selección Argentina en el triunfo por 2-1 sobre Bolivia en La Paz, quien juega poco y nada en Bayer Leverkusen.
Tras su partida de River a fines de 2019 por €18.000.000, el mediocampista de 22 años nacido en Famaillá, Tucumán, disputó nada más que 450 minutos oficiales en el conjunto de la Bundesliga, el equivalente a cinco partidos enteros, pero solamente jugó dos veces 90' de corrido. Fue 14 veces al banco de los suplentes, relegado detrás del capitán Charles Aránguiz y Kerem Demirbay.
Los números son todavía más duros si se mira la temporada actual. En tres fechas del torneo local no ingresó ni por un instante y hace un mes actuó apenas durante 17' en la aplastante goleada por 7-0 sobre el débil Eintracht Norderstedt, de la cuarta categoría, ya con el duelo por la primera ronda de la Copa de Alemania totalmente definido. Eso fue todo.
En La Bombonera, donde supo pisar fuerte con la camiseta del Millonario, no tuvo chances de vestir la celeste y blanca en el 1-0 ante Ecuador, pero las falencias en el centro del campo le abrieron una puerta por la que supo meterse. Si en Leverkusen vieron su magnífica actuación en La Paz, seguro que algún punto sumó en la consideración.
"Lo apreciamos mucho y sabemos lo que nos puede dar", agregó Scaloni en la conferencia, convencido de que Palacios puede ser una pieza clave en la zona media para el camino hacia la Copa del Mundo de Qatar 2022. Con lo hecho el martes parece bastarle para haberse ganado un lugar en la Selección. Lo mismo tendrá que lograr en Alemania.