Pocas veces suele equivocarse Marcelo Gallardo cuando sigue de cerca a un futbolista para sumarlo a River. Uno de los más claros ejemplos es el de Gonzalo Martínez, quien fue resistido en un comienzo por sus opacos rendimientos y terminó siendo uno de los héroes en la final más importante de la historia del club. Justamente después de la gloria en Madrid, el Pity decidió marcharse a la MLS y el Muñeco posó sus ojos en otra joya que este sábado jugará la final de la Champions League.
Vertiginoso sobre la banda izquierda del ataque, de tranco largo y gambeta indescifrable, Luis Díaz hacía de las suyas con la camiseta de Junior de Barranquilla, allá por 2018, y el DT millonario lo tenía entre ceja y ceja. Era el desequilibrio y el sacrificio ofensivo que quería para el equipo.
Su obsesión por la promesa nacida en La Guarija, que en aquel entonces recién había cumplido 22 años, aumentó considerablemente a principios de 2019 tras el alejamiento de Martínez a la liga de Estados Unidos. River necesitaba reemplazarlo y Díaz era el gran apuntado por su perfil futbolístico.
Ante el pedido de Gallardo, la dirigencia de Rodolfo D'Onofrio puso manos a la obra, llevó a cabo una negociación silenciosa y deslizó en enero la primera oferta para quedarse con sus servicios. Apenas vieron las cifras, Junior le bajó el pulgar de inmediato.
El Tiburón no iba a deshacerse fácilmente de su joven talento, más allá de la insistencia del club de Núñez y del propio Teófilo Gutiérrez, con pasado en el Millonario, quien le aconsejó a Díaz que vistiera la banda roja. “Siempre me habla de River, de Gallardo y de la hinchada”, expresó en aquel momento el hábil jugador cafetero.
Diez millones de dólares por el total de Díaz o nada. Aquella fue la respuesta de Antonio Char, quien supo ser el presidente de Junior hasta 2020. Un número imposible para la economía de River, que todavía no contaba con el ingreso por publicidad en el pecho de su camiseta (meses después aparecería una aerolínea turca) y sufría el aumento del dólar (ese año el oficial subió un 62%).
También estaba la opción de desembolsar seis millones de la misma moneda estadounidense por el 60% del pase. La directiva de D'Onofrio se estiró a cinco millones por el 70% de su ficha, pero aquella oferta final fue rechazada en Colombia y se terminaron los contactos.
Finalmente, River abrochó las llegadas de Matías Suárez y Jorge Carrascal para fortalecer el frente de ataque del plantel a finales de enero de 2019, mientras que Díaz continuó seis meses más desparramando rivales en la liga colombiana. A mitad de año, después de 23 goles y cuatro títulos en Junior, pegó el salto a Europa y fue vendido al Porto en siete millones de euros.
Así como cautivó a Gallardo hace un par de temporadas, también lo hizo con Jürgen Klopp después de la Copa América 2019, donde fue una pesadilla para la Selección Argentina en las semifinales. El técnico alemán dio el visto bueno y Liverpool le pagó al conjunto lusitano 45 millones para tenerlo entre sus filas y disfrutar sus estampidas en Anfield, que empieza corear su nombre y sueña con gritar campeón este sábado frente a Real Madrid en el Stade de France.
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