Concretada la victoria de Platense por sobre Estudiantes de Río Cuarto (4-2 en los penales), que hizo que el Calamar regresara a Primera luego de casi 22 años, la felicidad y la emoción de los jugadores y el cuerpo técnico se hicieron sentir. Juan Manuel Llop y Hernán Lamberti así lo demostraron tras el encuentro.

"Siento una felicidad enorme. Gracias a estos jugadores es el día más feliz de estos últimos años", dijo el entrenador apenas bajó de la tribuna, ya que había sido expulsado sobre el final del primer tiempo por diversas protestas en el banco de Platense.

"Quisiera darle esta alegría a mis hijas, a mi hijo y a mi mujer. También a mi mamá, mi hermano y mi hermana. A toda mi familia, a toda la gente que me quiere. Gracias a los jugadores", finalizó el Chocho, que luego fue a festejar con sus futbolistas.

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Ahí tomó la palabra Lamberti, el capitán del Calamar. "Sufrimos muchos golpes en el camino. Vinimos para esto cuando volvimos de la B Metropolitana. Este era el objetivo y lo logramos. Lo que venga ahora, Dios dirá. Conseguimos el objetivo y pusimos a Platense en Primera otra vez", afirmó.

"Estoy muy orgulloso de estos chicos, de la familia. Estuvieron encerrados 11 meses por este objetivo y lo logramos. A mis hijos y a mi señora les prometo que vamos a ir a comer afuera", dijo entre risas el futbolista, haciendo alusión a que todos se cuidaron por la pandemia de coronavirus.

Y cerró: "Fuimos muy parejos durante el torneo. Hicimos las cosas bien, nos masticamos las injusticias y se nos dio en los penales".

LOS FESTEJOS EN EL VESTUARIO