Con la cabeza bien en alto. La derrota de Belgrano a manos de River dejó un profundo dolor para todos los celestes en Córdoba, aunque el árbol no debe tapar el bosque. El equipo dejó todo, más allá del resultado. En Alberdi imaginaban otro final para el partido por los cuartos de final de la Copa de la Liga Profesional. Sin embargo, la temporada superó las expectativas. Y por ahí debe pasar, sin dudas, el balance de este 2023. 

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El duelo contra el Millonario era una cita con la historia para la B. De superarlo, los cordobeses hubiesen quedado a dos partidos de conseguir su primer título en la máxima categoría. Sólo 180 minutos. El sueño era posible. Para eso, había que pasar un difícil escollo. El conjunto de Martín Demichelis es, más allá del algún bajón en el rendimiento, por lejos el mejor de todo el fútbol argentino este año en el plano local. Y Belgrano perdió, pero le jugó de igual a igual. 

"Sensación de amargura, impotencia, bronca". Así empezó su análisis el DT Guillermo Farré, una vez consumada la eliminación de los suyos. El entrenador dijo luego que lo que más le dolía era ver cómo estaban los jugadores en el vestuario.Aseguró que quedaron "destrozados". Pero también habló de tranquilidad y satisfacción. "Estoy orgulloso del plantel y del año que tuvimos", cerró el técnico en la conferencia de prensa. 

Demostrar, de eso se trata. Y el Pirata lo hizo. Luifa Artime, el presidente, dijo que "pusieron la vara alta y tienen que ir por más". Claro, Belgrano volvió a jugar en Primera este año y el primer objetivo era no pelear en los puestos bajos de la tabla. Eso se logró sin problemas. Y fueron mucho más lejos. El conjunto celeste consiguió la clasificación a la Copa Sudamericana y regresará al plano internacional en 2024. Las cosas se hicieron bien y rápido.

Fue un equipo solidario y con varios futbolistas de buen rendimiento sostenido. Esa fue la clave. Nahuel Losada, el arquero, logró marcas históricas en el club. En el medio, Santiago Longo se la bancó como si tuviera años de experiencia. Ulises Sánchez fue el conductor y terminó como líder en asistencias del último torneo. Y en el área del frente, los artilleros siempre fueron letales.

Primero Pablo Vegetti, que con 13 tantos fue el goleador de la Liga Profesional. Era la gran figura, pero apareció el Vasco Da Gama y se lo llevó a los 34 años por una cifra millonaria. Sin el Tanque, empezaron las dudas. Aunque el encargado de disiparlas fue "el intendente del gol". Lucas Passerini, con igual apellido que el próximo mandatario de la capital cordobesa, llegó meses atrás y sorprendió. Sus diez tantos hicieron olvidar en un instante al "9" anterior.  

Cuando llegue la hora del brindis de fin de año, habrá alegría en las copas de los Piratas. A base de esfuerzo, trabajo y sacrificio, se cumplieron las metas. Algo que no es fácil en los tiempos actuales. Pero en Alberdi, las promesas no se quedaron en palabras y se hicieron realidad. Está la satisfacción del deber cumplido.