El karma del River de Gallardo: recibir equipos brasileños en la Copa Libertadores

Si hay algo que caracteriza al River de Marcelo Gallardo es hacerse inmenso en los escenarios más complicados. Brasil, una de esas paradas difíciles para cualquiera, se convirtió en el terreno de los buenos momentos: de la goleada a Cruzeiro, la remontada ante Flamengo y la agónica clasificación ante Gremio, entre otras alegrías. Llamativamente, cada vez que La Banda recibe a un conjunto brasileño suele padecer estragos.

Es el karma de este conjunto del Muñeco. De los siete partidos que disputó en el país, triunfó en apenas uno, el 2-1 a favor de hace algunos meses, en la fase de grupos de la Copa Libertadores 2020. En el resto de los choques, la suerte fue para el visitante.

En los cuartos de final de la edición 2015, Cruzeiro se llevó la victoria por la mínima del Monumental, aunque luego los de Núñez luego vuelta la historia en Belo Horizonte. En el siguiente certamen, el Tricolor paulista dirigido por Edgardo Bauza le arrebató un punto.

Dos temporadas más tarde, en la Libertadores 2018, el que atesoró la igualdad fue Flamengo, con 0-0 que dejó muy poco conforme a Gallardo. Meses después, en la semifinal, Gremio, gracias al cabezazo de Michel, festejó en suelo argentino. No obstante, River enrumbaría el trámite en Porto Alegre gracias al penal de Gonzalo Pity Martínez.

En el cierre de la zona de grupos de la Copa de 2019, el Millonario empató 2-2 con Inter por el tanto en tiempo de descuento de Lucas Pratto y en ese mismo campeonato, por los octavos de final, Matías Suárez erró un penal en una de las últimas del encuentro y tampoco pudo imponerse ante Cruzeiro.

Pese esta mala racha, en los mano a mano, River se mostró casi imbatible ante los brasileños. De los siete cruces, pasó en seis y solo perdió con Flamengo en la final de Libertadores 2019. Asimismo, a Athletico Paranaense, rival de esta tarde-noche, ya le goleó en la final de la Recopa Sudamericana 2019 y birló el trofeo.

Ambos conjuntos también se vieron las caras en los octavos de final de la Sudamericana 2006, en lo que fue 1-0 en favor de los de Curitiba gracias a la conquista de Marcos Aurélio. En Brasil sería 2-2 y clasificación de los locales a la siguiente instancia.

Más allá de los resultados, habrá que poner el ojo en tres nombres. El primero, Lucho González, con pasado riverplatense, quien podría cumplir con la inexorable Ley del Ex. Asimismo, Rafael Santos Borré tiene facilidad para convertirle a los brasileños (ya lo hizo ante Gremio, Flamengo y San Pablo), al igual que Pratto, el verdugo de Paranaense, que le marcó con los colores de su club actual, de Vélez y hasta de San Pablo.