El coronavirus se llevó este lunes a Leopoldo Jacinto Luque y todo el fútbol argentino llora su partida, a los 71 años. Tras de sí deja un legado imborrable y una carrera tanto de futbolista como de entrenador que lo tuvo por muchos lugares. Y en su palmarés sobresale haber ganado el Mundial de 1978 con la Selección Argentina.
El Pulpo nació el 3 de mayo de 1949 en Santa Fe. Inició su carrera en las inferiores de Unión, donde logró debutar en Primera en 1965. Luego pasó por Sportivo Guadalupe (1968), Gimnasia de Jujuy (1969), Central Norte de Salta (1970), Atenas de Santo Tomé (1971), Rosario Central (1972). Luego volvió al Tatengue, donde ascendió a Primera.
En 1975 vivió el momento más importante en su trayectoria, y fue cuando logró pasar a River. En el Millonario dejó una gran imagen y pudo conquistar cinco títulos (dos Nacionales y tres Metropolitanos). Debutó con un gol y triunfo ante Boca. Se quedó hasta 1980.
Dos años antes de irse, se dio el lujo que muy pocos pudieron: levantar la Copa del Mundo. Hizo cuatro goles en aquel Mundial y sin dudas fue uno de los jugadores más emblemáticos de un plantel que hizo historia grande.
Cerró su etapa como futbolista con un regreso a Unión (1980), Deportivo Tampico (1981), Racing (1982), Santos (1983), Boca Unidos (1983-84), Chacarita (1984) y Deportivo Maipú (1986).
En total, registró 261 partidos y 100 goles en Primera División. Fueron 31 partidos y 9 goles en copas internacionales.
LA CARRERA DE LEOPOLDO JACINTO LUQUE COMO ENTRENADOR
Luego de finalizada su exitosa etapa como jugador, Luque dirigió a los siguientes clubes: Unión (1986-87), Central Córdoba de Santiago del Estero (1988-89), Belgrano (1989), Deportivo Maipú (1989-90), Gimnasia de Mendoza, Independiente Rivadavia (2003), Argentino de Mendoza (2007-08, 2009 y 2013).
Desde 2013 fue captador de jóvenes talentos para River en Mendoza -donde estaba radicado-, San Juan y San Luis.