La derrota del Barcelona por 1-0 ante Rayo Vallecano fue el punto final de la historia de Ronald Koeman como entrenador principal del Culé. Tras el encuentro en Vallecas, el ambiente estaba caldeado y la idea que ya venía amasando tiempo atrás Joan Laporta, de destituir al estratega neerlandés, fue un hecho. Sin embrago, la forma de comunicárselo fue un tanto curiosa.
Desde la derrota del Blaugrana ante Benfica por 3-0 en Champions League, el mandamás catalán ya contaba con la idea de echar a Koeman en su cabeza. Pero tras la caída ante el Rayo con gol de Radamel Falcao García, Laporta puso las cartas sobre la mesa y no dudó. La charla tuvo lugar en el avión de regreso. En el trayecto de Madrid a Barcelona, el movimiento fue constante a la par de los rumores y conjeturas que se hacían al respecto.
Según el diario Marca de España, en el vuelo de vuelta a la ciudad condal, el principal directivo estaba sentado en la primera fila de la izquierda y Koeman en la primera, pero de la derecha. Mientras el holandés seguía sentado solo en su asiento, el presidente iba hablando y reuniéndose con diversos ejecutivos y otros directivos de la institución.
Ahí se tomó la decisión. Y ahí mismo, en el avión, fue donde le comunicó a Koeman que ya no era el entrenador del Barcelona. Laporta no esperó a llegar a la Ciudad Deportiva para hablar con él en una reunión más formal, ni mucho menos. Lo despidió a 10.000 metros de altitud antes de tocar tierra. Una vez que se enteró de su cese, el oriundo de los Países Bajos se lo comunicó a su staff también en el vuelo.
Cuando llegaron a la Ciudad Deportiva, el ya en ese momento exentrenador se reunió con todos los jugadores para comunicarles que no iba a continuar y despedirse de ellos. Les dijo que fue un cese un tanto surrealista por cómo se produjo, pero que eso era lo que había. Posteriormente a ese charla grupal, el entrenador se fue directo a su despacho, por el que fueron desfilando uno por uno los jugadores para darle el último adiós, pero ya de una manera privada. Koeman recogió sus cosas y fue el último en salir de la Ciudad Deportiva.