Una máquina. Así se podría definir al Bayern Münich de Hansi Flick, que en el primer partido de la flamante temporada de la Bundesliga humilló a Schalke 04 por 8-0, con un triplete incluido de la mano de Serge Gnabry.
Casi que no se habían acomodado los equipos cuando una pelota larga para Gnabry dejó al extremo en la puerta del área y, con un movimiento de gran calidad, se perfiló para colocar la pelota contra el palo derecho del arco defendido por Ralph Fährmann, a los cuatro minutos. Quince minutos después, sería el mediocampista León Goretzka quien amplíe la ventaja a dos goles.
Lejos de conformarse con la ventaja de dos goles y aparentemente sin ganas de regular, el equipo de Hansi Flick siguió empujando y fue allí cuando el delantero Robert Lewandoski marcó el tercero desde los doce pasos a los 31 minutos, luego de un penal cometido por Ozan Kabak al propio atacante polaco.
El segundo tiempo empezó de la misma manera que el primero: con Gnabry marcando el cuarto gol del partido, al capturar un rebote tras una jugada que el recientemente incorporado Leroy Sané no pudo finalizar con un remate. Así, las cosas estaban 4-0 a los dos minutos del complemento.
Doce minutos más tarde, Gnabry se terminaría de erigir como la figura del encuentro al sellar su triplete, gracias a una asistencia de Sané, que también se sumó a la goleada a los 31 del segundo tiempo. Dos minutos antes, había sido Thomas Müller quien también había aportado un gol.
Flick metió mano y movió el banco, con el partido totalmente sentenciado. Aún así, el mediocampista Jamal Musiala -que ingresó por Gnabry- aportó el último gol de la tarde, a falta de nueve minutos para el final del partido.
De esta manera, Bayern Münich abrió su participación en la nueva temporada de la Bundesliga con un apabullante triunfo ante Schalke, cuyo plantel seguramente tendrá dificultades para dormir después de la tremenda paliza que les propinaron en el Allianz Arena.