Aunque Hugo Ibarra dejó una sensación de tranquilidad con sus declaraciones en conferencia de prensa al término del frenético -y curioso por la cantidad de situaciones de gol que hubo- empate ante Defensa y Justicia, el semblante y las expresiones de los hinchas de Boca no parecieron ir en sintonía con su DT. El termómetro de La Bombonera así lo reflejó en la noche del lunes.
Lejos de la "conformidad" manifestada por el Negro, los fanáticos que colmaron el estadio dejaron en claro, con momentos de murmullos y hasta un silbido puntal sobre el final, que el presente del equipo a ellos sí les preocupa. La Bombonera habló...
El termómetro de La Bombonera: el ovacionado, el murmurado y el silbado en Boca
La primera pauta la dio, como sucede cada en cada partido en Brandsen 805, el aplauso ante el anuncio de la formación en la voz del estadio. Todavía con el encuentro por comenzar y tras el envión emocional de haberse consagrado en la Supercopa Argentina, reinaba un aire de ilusión en La Bombonera.
La mayoría de los futbolistas fueron aplaudidos, pero la nota la dio la joyita nacida en Laferrere: cuando por los altoparlantes se nombró a Luca Langoni, el hincha lo ovacionó como a ningún otro. En orden de mayor a menor, la lista de los más aclamados por el público la continuó Darío Benedetto, mientras que el podio lo cerraron de manera conjunta Nicolás Figal y Alan Varela.
Pero la historia fue cambiando tras el pitazo inicial. Al principio, La Bombonera intentó darle ese empujón anímico a un equipo que si bien tuvo sus chances concretas, sufría inusualmente en su casa ante un Defensa que se le plantó de igual a igual. En medio de las atajadas de Sergio Romero que sostenían el arco xeneixe, los cánticos crecían y crecían. Sin embargo, aunque el aliento no ceso, de a poco también comenzaron a despertarse algunos murmullos ante reiterados errores.
En el segundo tiempo, eso se palpó de manera mucho más evidente. O, mejor dicho, se escuchó. Boca había asumido el protagonismo, pero seguía pecando a la hora de elaborar juego, incluso con fallas en pases "simples" ante los que el hincha no pudo contenerse. ¿Un ejemplo? Aquella pérdida de Frank Fabra sobre el sector izquierdo, cuando empezaba a bajarse el telón. No había sido la primera desatención o error del colombiano en una noche en la que otra vez estuvo lejos de su mejor nivel, y los socios no ocultaron su fastidio.
Después, llegó la gran sorpresa en la voz del hincha: los aislados silbidos a Sebastián Villa cuando fue reemplazado alrededor de los 40 minutos del complemento. Si bien es cierto que fueron algunas pocas personas y de sectores específicos (sobre todo de la Tribuna Sur, y en menor medida de la platea), llamó la atención que la desaprobación del hincha llegara hasta ese punto. ¿El detonante? Probablemente, el mal pase a Fabra en la jugada previa a su salida, después de 85 minutos -de mínima- flojos.
Fotos: Marcelo Endelli/Getty Images
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