La moto es uno de los medios que más utilizan las casas de comida para hacer delivery por la comodidad y velocidad para la entrega de los pedidos. En todas partes del país, miles de motociclistas salen a la calle día a día y buscan que sus vehículos estén en las mejores condiciones posibles para poder realizar el trabajo sin complicaciones.

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Delivery con una Rouser 200 

Paihuen Nuñez Kotik, de 29 años, oriundo de Burzaco, Provincia de Buenos Aires, era uno de los tantos repartidores que utilizaba su Bajaj Rouser NS 200 para trabajar en un local de Sushi. En estos últimos años, hizo cientos de envíos y siempre disfrutaba de manejar su moto durante su jornada laboral. Pero también tenía un sueño: convertirse en piloto de carrera y con el esfuerzo y dedicación lo pudo lograr.

Los comienzos en la velocidad

A mediados del 2019, Paihuen empezó a probar en kartódromos de manera particular y le empezó a tomar el gusto a la velocidad. Eso lo motivo a ir por más y pudo concretar para fines de ese año su primera carrera: “Un día tuve un contacto con Lucio Grapassono que organizó una movida para que se sume gente al FEBOM. En diciembre de 2019 organizaron una carrera con motos stock. En esa prueba terminé séptimo y se armó un lindo grupo donde también estaba Roberto Suárez, que fue clave para la creación de la categoría de 200cc”, contó Paihuén Nuñez Kotik para carburando.com

La llegada al Superbike Argentino

Tras su experiencia en FEBOM, Paihuen Nuñez Kotik decidió incursionar en el Superbike Argentino de la mano del Suárez Racing Team. Fue para la segunda fecha del año en el Autódromo de Buenos Aires y decidió hacerlo con la misma Bajaj NS 200 que utilizaba para hacer delivery. “Se le hicieron las modificaciones a la moto para poder competir en el Superbike Argentino, se colocaron los manillares deportivos, las pedaleras regulables para la postura y después se hicieron los trabajos en la suspensión para adaptarla al circuito de Buenos Aires”.

Dando más detalles de las sensaciones de su debut en el Superbike Argentino, Nuñez Kotik dijo: “La primera carrera fue increíble. Un evento mucho más grande que el FEBOM, con los mejores pilotos del país. La verdad que lo disfruté mucho y salí a pista con una alegría inmensa. Fue un fin de semana inolvidable para mí”.

Los objetivos para el futuro

Después de su debut en 2021, Paihuén quiere seguir en el 2022 dentro de MotoAR3 del Superbike Argentino. “Este año la idea es entrenar todo lo que se pueda y asistir a las fechas que se corran cerca de Buenos Aires. La moto tiene mucho para desarrollar y lo importante es que desde la última carrera bajé bastante mi tiempo y seguía mejorando gracias al trabajo del Suárez Racing Team”.

Hoy en día, sigue trabajando en Sushi Kyu, el mismo local de sushi para el que hacía delivery hace unos años con su actual moto de carrera. “Ahora soy encargado gastrónomico y estoy por empezar a estudiar una tecnicatura gracias a un convenio que hay con SMATA. Correr en moto lo hago en mis ratos libres, así que a veces no puedo ir a entrenar mucho. De hecho en la segunda fecha fui directo a clasificar, sin entrenar. Todo esto hubiera sido imposible sin el apoyo de la gente de mi trabajo que me bancaron para que pueda asistir a cada carrera”; comentó.

Por último, Paihuen destacó que a pesar de que a veces parezca difícil, si uno tiene las ganas de correr, se puede lograr el objetivo. Está lleno de pibes que laburan con esta moto y creen que es imposible llegar a competir. Sin embargo, si uno se lo propone, se puede empezar y después la recompensa es muy linda porque se disfruta mucho cada vez que se sale a pista”, confesó para Carburando.

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