Jerome Boateng, de fichar por el Lyon a declarar ante la justicia
El defensor alemán podría enfrentar hasta cinco años de prisión si se lo declara culpable de una acusación de violencia doméstica contra Sherin Senler, su ex pareja y madre de sus dos hijas.
Jerome Boateng fue noticia en los últimos días por haberse convertido en el flamante refuerzo del Olympique Lyon de la Ligue 1 (llegó libre) sobre el cierre del mercado de pases europeo. Sin embargo, su debut con el equipo francés podría peligrar debido a que este jueves tendrá que declarar ante la justicia por un presunto delito de violencia doméstica contra su ex mujer, Sherin Senler.
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Los hechos ocurrieron en 2018, pero el juicio se retrasó debido a que un testigo dio positivo en Covid-19. Senler, quien además es la madre de sus dos hijas, lo acusa de haberla agredido durante una violenta discusión hace tres años.
En caso de ser declarado culpable, el exjugador de Bayern Munich podría enfrentar una pena de hasta cinco años de prisión. Además, se estima que en el juicio también se tratará el tema de la custodia de sus dos gemelas.
El trágico final de otra de las parejas de Boateng
En febrero de este año, la ex novia de Jerome Boateng, Kasia Lenhardt, fue encontrada muerta en su departamento de Berlín. Este fatal suceso se dio poco más de una semana después de que la joven de 25 años terminará su relación con el defensor.
La ruptura de la pareja, que duró 15 meses, fue anunciada por Boateng el pasado 2 de febrero, luego de que ella tuviera un accidente automovilístico mientras manejaba alcoholizada. "Tengo que asumir la responsabilidad y actuar cuidando los intereses de mi familia, disculpándome con todos aquellos que he lastimado, especialmente con mi exnovia Rebecca y nuestros hijos", dijo el futbolista por aquel entonces.
La relación entre el jugador y la modelo estaba lejos de ser la mejor, y así lo había dejado en claro el defensor, cuando confesó: "Kasia me amenazaba con destruir mi carrera y perder a mis hijos. Dijo que me acusaría de golpearla".
Por el otro lado, Lenhardt, quien había calificado a Boateng como un "demonio", ya había advertido que iba a revelar su verdad cuando superara la separación: "Hablaré, tengo que serenarme primero. Por favor, denme tiempo".
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