Mario Gómez: las apuestas con Ronaldo, la invitación que rechazó de Mourinho y sus ganas de volver a Ferro
El entrenador argentino que dirige en Indonesia habló con TyC Sports sobre cómo vive la cuarentena. Además, contó historias con figuras mundiales y se refirió a la chance de regresr al país.
A los 63 años, Mario Gómez se ha convertido en un trotamundos del fútbol, ya que hace seis años se ha consolidado como entrenador en el fútbol de Asia, donde dirigió en Hong Kong, Malasia e Indonesia. Desde el hotel donde se encuentra aislado por el coronavirus, tuvo una charla con TyC Sports que pasó desde los sueños de devolver a Ferro a Primera hasta anécdotas con el Viejo Griguol, Ronaldo, Christian Vieri, el propio José Mourinho y el excéntrico millonario dueño de un club malayo.
¿Cómo pasaste en 2014 de dirigir a Deportivo Cuenca de Ecuador a tu periplo por Asia?
Cuando estaba en Ecuador, nos invitan a un torneo en Hong Kong. Y tuvimos la suerte de ganarlo. Yo quedé con buenas relaciones con el manager de un club de ahí. Y nos hablamos mucho por mail y me terminó saliendo la chance de ir a ese país. Luego, pasé por el Johor de Malasia, donde tuve dos años maravillosos que incluyeron cinco títulos, entre ellos ganar lo que vendría a ser la UEFA asiática. Volví un año a Argentina, no tuve la chance de dirigir y me salió la oportunidad de venirme a Indonesia: primero estuve en el Persib, luego en el Borneo y ahora en el Arema.
Vos siempre fuiste un entrenador de apoyarse mucho en el aspecto táctico. ¿Cómo fue manejar eso al llegar a Hong Kong, donde el jugador no tiene la rigurosidad del sudamericano?
Tenía buenos futbolistas técnicamente, pero practicaba pelota parada y no me daban bola. Ni siquiera saltaban. Y ahí me dije: ´Si no cambio el chip, me peleo con todos y me tengo que ir a la semana’. Entonces, opté por tenerles paciencia y de a poco fueron entendiendo. Algo similar me pasó en Malasia y también acá en Indonesia. Por suerte, a los entrenadores más experimentados nos respetan mucho.
Dicen que el Príncipe de Johor, dueño del club, es un tipo muy excéntrico: con muchos autos y que anda en avión privado. ¿Cómo es tratar con alguien así?
Es un tipo bárbaro, que sabe mucho de fútbol. Hizo que el club sea uno de los mejores equipos del continente, con instalaciones a nivel europeo. En ese momento, tenía 400 y pico de autos. Cuando llego, veo hangares repletos y siempre miraba uno a ver si me prestaba o me regalaba. Es excéntrico como decís, pero es un tipo muy respetado y que ha hecho a un club grande.
Me contabas que el fútbol en Asia se vive con mucha pasión. Describime lo que es por ejemplo un clásico Arema-Percib de Indonesia.
Para el visitante, es terrible por la bronca que se tienen las hinchadas. De hecho, nuestra delegación en vez de viajar en micro hasta la cancha, lo hace en un camión de policía para estar más seguro.
Fuiste campeón con Ferro en 1982 y 1984. ¿Qué recuerdos tenés de ese equipo y de Griguol en sí?Ese equipo marcó una época dorada. Teníamos grandes jugadores. Estaba muy bien entrenado por Carlos y la parte física también, con Luis Bonini. Y con respecto al viejo, era un verdadero maestro: yo era de los más jóvenes y veía que los más grandes venían con cada auto y me compré un 505, que era lo mejor del momento, pero lo dejaba estacionado a unas cuadras para que no lo viera. Un día el Viejo estaba hablando con todos y uno de mis compañeros dice: ‘Carlos, ¿sabe la buena nueva. El autito que se compró el nene Mario Gómez?’. Ahí me agarra y me dice de todo, hasta que iba a tener que usar el auto de inodoro porque aún no tenía mi propio departamento. Fueron diez minutos en los que me dijo de todo, hasta el día de hoy me acuerdo de su cara. Obviamente, tenía razón y a partir de ahí tomé la enseñanza e invertí siempre en ladrillos.
Como ayudante de Héctor Cúper, estuviste en Inter y me han contado que Christian Vieri en su momento fue multado y no lo tomó muy bien…
Era un personaje, un fenómeno. Había incumplido con algo y tenía que pagar 1.500 euros. Y viene medio caliente hacia donde estábamos Héctor y yo, y nos tira la plata, pero todo en moneda de un euro. En ese momento, pusimos cara seria, pero cuando se marchó, no podíamos contener la risa. Vieri tenía mucho carácter dentro y fuera de la cancha, era alguien muy respetado
Y también estaba Ronaldo. Debés tener algunas buenas anécdotas para contar del Gordo
Me acuerdo dos: en ese momento, estaba también Adriano y ellos nos querían jugar un Argentina-Brasil e insistían. Y nos quedábamos post entrenamiento a ver quién le pegaba al travesaño. Lógicamente, nos ganaban siempre a Héctor y a mí. Encima, cuando acertaban, hacían bailecito y todo. La cantidad de botellas de vinos que perdimos con ellos. Después, iban y les contaban a sus compañeros para que nos gasten.
¿Y la otra?Ronaldo me decía: ‘lo más simple para el delantero dentro del área es definir de punta’. Y me hacía que le tire centros y se cansaba de hacerle goles a Toldo, que se recontra calentaba. Y en los partidos convertía de esa forma, me abrazaba y me decía: ‘Viste, Mario’.
¿Te tocó volver alguna vez al Inter?
Eestuve de visita en Italia. Como conservaba buena relación con el director deportivo, me permitieron entrar a una práctica que era a puertas cerradas, con miles de hinchas afuera. Estaban Materazzi y varios futbolistas a los que conocía. De repente, veo que se me acerca Mourinho y pienso que me va a preguntar qué hacía ahí. Y me dice: ‘Los jugadores lo aprecian mucho, lo invito a almorzar’. Y como era previo al clásico con el Milan, no quise ir para no molestar. Al tiempo me arrepentí de haberme perdido una charla enriquecedora con uno de los mejores entrenadores aun hoy en día. Son estupideces que uno hace en la vida.
Y si te llama Ferro, con todo lo que significa en tu vida, ¿cambiarías la tranquilidad por regresar al fútbol argentino?
Si hay un proyecto serio para pelear por el ascenso, claro que sí. Más allá que hoy están bien con Jorge Cordon, me gustaría. Es mi club. Como hincha, devolverlo a primera división sería fenomenal.
Recién el 1° de julio está como fecha tentativa para que se vuelva a jugar en Indonesia. Si Argentina abre las fronteras, ¿la idea volver hasta la reanudación?
Hablamos con el consulado de Yakarta a diario, pero como está cerrado el espacio aéreo, entonces tenemos que esperar. No estamos varados, es la verdad. Nos encontramos en un hotel con Jonathan Bauman y Elías Alderete, jugadores argentinos del equipo. Hoy salimos a la tarde a ver otro hotel porque en este no se pueden abrir los vidrios, ya que tienen una política que apunta a prevenir suicidios.
¿El aislamiento es obligatorio?
No, el gobierno quiere que la gente la haga pero no hay mucho movimiento hasta en los shoppings. Nosotros, estamos encerrados desde el 18 en el hotel. Lo poco que salimos lo hacemos con máscaras y con el distanciamiento social correspondiente.
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