Pablo Michelini, de jugador a exitoso empresario: "Al club no le importa qué pasa cuando te retirás"
Dice que empezó a planificar el día después cuando tenía 25 años y habla de lo solos que quedan los futbolistas justo cuando el tema cobró notoriedad por el drama de Daniel Osvaldo.
Encontrar un nuevo sentido a la vida cuando un futbolista se retira es lo más difícil. Prepararse para el después implica concientizarse con que el jugador quedó atrás y que se necesita un nuevo proyecto. Un porcentaje muy pequeño sigue ligado al fútbol y el resto debe buscar otra manera de vivir.
Pablo Michelini jugó como profesional durante 13 años, en ese lapso pasó por Deportivo Español, Racing y San Lorenzo. A la mitad de su carrera comenzó a pensar en qué iba hacer cuando dejara de jugar. Hoy es un nombre de negocios que incursiona en distintos rubros. Es dueño de varias estaciones de servicio, un hotel en Neuquén y también invierte en la construcción. Según sus palabras, de su patrimonio actual, sólo el 10% lo hizo con el fútbol.
“Yo empecé a pensar en el día después cuando estaba en Racing, en ese momento tenía 25 años y busqué distintas alternativas para saber qué podía hacer. A mí me tocó ser un jugador del montón, me pude mantener en equipos grandes pero no era la figura. Llegué a lo máximo que pude rendir de acuerdo a mis posibilidades. Y cuando me retiré, di vuelta la hoja y traté de enfocarme en otra cosa”, relata quien fuera un volante aguerrido de mucho sacrificio.
En la oficina de una de sus estaciones de servicio, dice que pocas veces extraña el fútbol, que es una etapa cerrada. “Lo que viví como jugador fue maravilloso, la adrenalina, los compañeros, las concentraciones pero sabés que eso no va a volver y uno tiene que plantearse nuevos objetivos”, reconoce Michelini.
-¿Y por qué crees que otros futbolistas con una carrera igual o mejor que la tuya hoy no están bien económicamente?
-El ritmo de vida que lleva un jugador hace que cuando se retire se encuentre con un nivel de gastos importantes. En la década del 90 vos podías invertir en departamentos y obtenías una renta del 7%, entonces no necesitabas generar tanto dinero para vivir. Otro error que cometen muchos jugadores es que compran una casa en un country. En vez de invertir para aumentar los ingresos, inmovilizan la plata en una propiedad enorme y cuando dejan de jugar, los gastos son tan altos que no lo pueden sustentar, ya que en otro trabajo no generás lo mismo que como futbolista. A eso hay que sumarle que algunos se separan, otros tienen que mantener a sus padres. En definitiva, cuando estas en actividad, te tenés que hacer esta pregunta: "Si dejo de jugar mañana, ¿yo genero los ingresos para mantener mi vida actual?"
-¿Y te aconsejó alguien durante tu carrera?
-Yo siempre me rodeé de buena gente, tengo una familia que tiene los pies sobre la tierra. Y después me trato de juntar con gente que sepa más que yo en el rubro que quiero meterme. Vos cuando dejás de jugar no sabés nada de las demás cosas, entonces hay que ser humilde y rodearse de personas que sepan más que vos. El aspecto comercial es parecido a un partido de fútbol. Como volante picás al vacío diez veces y te llega una. En lo que tiene que ver con los negocios, por ahí vas a diez reuniones y en nueve no pasa nada. Es una cuestión de perseverancia.
-¿No deberían prepararte en los clubes para el retiro?
-Eso no existe porque al club no le importa lo qué te pasa una vez que te retirés. El problema no es solo económico también es mental. Uno tiene que sentir que sirve para otra cosa. El aspecto económico es importante pero también es clave sentirse útil. Hay jugadores que hicieron una carrera mucho mejor que la mía y hoy no llegan a fin de mes. Que se les complica la vida y se tienen que empezar a achicar.
Hace unos días, Daniel Osvaldo subió un video a su cuenta de Instagram en donde reveló que está bajo tratamiento psiquiátrico y toma medicación: “Tengo una enfermedad muy específica, falta de autoestima, depresión”. Además, expresó que no hace nada productivo y que muchas veces no tiene ni ganas de levantarse de la cama.
Con respecto a este tema, Michelini consideró que "ante esta situación, está muy bien que Osvaldo pida ayuda. Es muy común que el jugador pase por momentos difíciles luego del retiro. Hay que tratar de trabajar la despedida del fútbol para minimizar el cambio brusco que significa el día después”.
-¿Pero no te costó nada el retiro?-A todos les cuesta. A mí me costó un poco menos porque di vuelta la página. Por ahí me llamaba un periodista y le decía “la verdad que no tengo ganas de hablar de fútbol porque no tengo ni el cable para ver los partidos”. No quiero mirar para atrás. Yo hace 20 años que me retiré.
El 2 de julio de 2005 es una fecha que Pablo Michelini guarda para siempre en su corazón. Ese
día decidió cerrar su etapa como futbolista en un partido entre Racing y San Lorenzo. Jugó cinco minutos y cuando salió, después de haber participado con un quite en la jugada que culminó en el gol azulgrana de Germán Herrera, fue ovacionado por las dos hinchadas.
“Fue muy lindo, yo venía con una osteocondritis en la rodilla, tenía 31 años, no podía entrenar bien porque se me hinchaba y eso me limitaba físicamente. En ese momento dije, 'no quiero seguir dos años más sin poder jugar sacándole plata al club' y como estaba ya con otros rubros decidí dejar. Hacía tres meses que no jugaba. Gabriel Rodríguez era el técnico de San Lorenzo y me dio la posibilidad de retirarme en la última fecha ante Racing. Y así se dio mi despedida en el Cilindro, jugué cinco minutos y cuando salí me aplaudieron las dos hinchadas y la verdad que fue emocionante”.
-Surgiste en Deportivo Español, ¿te ayudaron los grandes de ese equipo?
-Con el paso del tiempo, uno se da cuenta de los líderes positivos que había en ese plantel. Estaban
Pedro Catalano, Carlos Bustos, Sergio Zanetti, Charly Batista, Correa, el Puma Rodríguez. Yo tenía 18 años y esa gente me marcó. El técnico era Oscar Cavallero, que me puso de titular la primera fecha en el torneo que el equipo iba a pelear el descenso y en ese Clausura 92 salimos segundos y jugué los 19 partidos. Me acuerdo que el Puma me regaló unas zapatillas. Yo me sentaba cerca de él. Era un referente y un día me habrá visto con las zapatillas rotas y me dio unas nuevas. Un gesto que nunca voy a olvidar.
Mirá también
La reacción de De Rossi tras la dramática revelación de Osvaldo: "No lo sabía todo" y "siempre estoy para él"
-¿Qué técnicos te marcaron?
-Estoy muy agradecido a Oscar Cavallero, que me puso con 18 años. Yo jugué todas las divisiones inferiores de marcador central y él me ubicó de 5 y confió en mis condiciones para que hiciera eso. Después conocí dos técnicos que también me marcaron. Ángel Cappa, un tipo muy claro que me hizo aprender mucho. Mejoré con él. Y Manuel Pellegrini por su manera de plantear los partidos, por como presionábamos sobre la segunda pelota. Él también me dio conceptos que me potenciaron.
-¿Cambió el fútbol?
-Sí un montón. Antes nadie salía jugando del fondo. No se arriesgaba tanto. Hoy todos tienen que involucrarse en el manejo de la pelota. Antes se jugaba a saltear líneas y disputar la segunda pelota. Hoy todos tienen que jugar y correr. Me tendría que adaptar y cuidar con el VAR. Igual nunca tuve expulsiones por roja directa siempre fueron por doble amarilla.
-¿Cuál fue el mejor futbolista con el que jugaste?
-El Pipi, Leandro Romagnoli, en su mejor momento era imparable. Yo lo tenía que marcar en los reducidos y era impresionante. A mí me facilitó tenerlo como compañero. Un tipo que te resolvía de cualquier manera. Tenía gambeta, pegada, se movía por todos lados.
-Dale un consejo a un chico que está comenzando su carrera.
-El retiro no se planifica cuando tenes 33 años. Lo tenes que proyectar mentalmente y económicamente en el apogeo de tu carrera. Te tenés que preguntar: 'cuando me retire, ¿que me gustaría hacer? Si dejo de jugar mañana ¿me puedo mantener? ¿Qué me va hacer feliz cuando deje la actividad?' Yo muero por tener esta charla con los jugadores actuales. Si bien ganan más que lo que se ganaba en mi época, me gustaría decirles, “che, mirá que después te va a pasar esto. No esperes a tener 34 años, movete ahora”. Y en cierta forma, lo que uno hace a esta altura de su vida es comprar tiempo. Si un amigo me llama para ir a comer al mediodía yo tengo que solucionar todo para poder ir. Hoy le doy mucho valor al tiempo.
Si te gustan las entrevistas en profundidad, historias y efemérides, seguí los contenidos de Al Ángulo a través de TyC Sports. También podés registrarte gratis e indicar tus preferencias para recibir notificaciones en tu browser o bajate nuestra APP (disponible en Android & iOS).
No te pierdas nada
Recibí las últimas noticias de Al Ángulo ¡y más!
Te puede interesar
